Capítulo 4. Hacerse hombres (primero párrafo)

Décadas después de su servicio, Andrés V.* (1975-1977) recordaba haber caminado en 1975 hasta el cuartel del regimiento en Temuco, sur de Chile, con la voz de su padre carabinero en la cabeza: “así se hacen los hombres, así se forman los hombres, ahí te van a enseñar a ser hombre”. Recordó haber obedecido de mala gana a su padre mientras internamente racionalizaba que el servicio al menos lo ayudaría para encontrar empleo: “yo dije bueno, haciendo el servicio militar tengo más posibilidades de, no sé de varias cosas, de trabajo, de muchas cosas”. Los pensamientos de Andrés camino al alistamiento revelan las ideas sobre la conscripción arraigadas en la sociedad chilena. Desde su creación, entre los chilenos pobres y de clase trabajadora, el servicio militar se había transformado en un rito masculino de iniciación en términos de responsabilidad social y familiar, disciplina, educación, empleo y resistencia física. Según se creía, el ejército hacía hombres. Pero según recuerdan muchos reclutas bajo Pinochet, una vez dentro del cuartel se enfrentaron a ideas muy diferentes sobre qué significaba hacerse y ser un hombre. Este capítulo analiza el conflicto entre la hombría popular civil y la masculinidad militar, y de qué modo esta ruptura sirve como marco para la memoria exconscripta. Revela de qué manera el entrenamiento al interior de los regimientos a lo largo de Chile estaba diseñado para producir “hombres duros” que estuvieran listos para la guerra y fueran resistentes al dolor, hambre y sed, y que fuesen capaces de matar. Asimismo, revela cómo este proceso en parte se basaba en debilitar elementos importantes de la identidad masculina civil. Además, al momento de dejar el cuartel, las cicatrices físicas, los daños psicológicos y las pérdidas de oportunidades atribuidos al servicio, menoscabaron la capacidad de muchos de cumplir con sus roles sociales de género. Para muchos exreclutas, la memoria de su servicio está estructurada por esta discrepancia entre la virilidad dentro del cuartel, las ideas civiles de la hombría y las expectativas sociales e individuales de hacer hombres de niños.